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Emprendiendo el camino

San Enrique de Ossó nos dice “vivir para amar y amar para morir de amor”, este mensaje que recibimos del Padre fundador nos invita a llevar una vida con sentido, pero ¿cómo podemos lograrlo? la clave está en trazar un proyecto de vida a partir de nuestras experiencias con la familia, amigos/as, escuela, etc. Para convertirnos en personas sensibles, humanas, felices y con una dirección amorosa hacia el futuro. 

Debemos tener en cuenta que los proyectos de vida no se venden, ni se compran, se trata de que los descubramos por si mismos/as y con ayuda de quien nos rodea. Todos/as tenemos la grandiosa oportunidad de escribir nuestro rumbo y construir nuestro destino, amando cada minuto de nuestra existencia. 

Aventurarnos en esto proceso nos llevará a ampliar el horizonte, a reconocernos como protagonistas y descubrir nuestra misión, realizándola desde nuestras posibilidades, con los dones y talentos que el Señor nos ha dado. Entonces, ¿qué debemos considerar para construirlo?

  • Primero, debemos tener claro que el proyecto de vida no es una receta, que se sigue al pie de la letra, en ocasiones tendrás que saltarte pasos y ponerle otra sazón, por eso debemos reconocer la importancia de trazar el proyecto y que solo tenemos una vida.  
  • Segundo, reconocer el terreno dando respuesta a dos interrogantes: ¿quién soy? y ¿cómo estoy? Como recomendación escribe tu historia de vida, recapitulando las experiencias más significativas, las personas, los triunfos y fracasos. 
  • Tercero, la frase de tu vida, realizar un enunciado con aquello que se quiere ser y hacer. Recomendación una vez que la tengas construye una imagen y ponla de fondo de pantalla de tu celular. 
  • Cuarto, determinar metas, nuestra vida abarca diversas áreas como lo emocional, espiritual, relaciones sociales, etc. y para lograrlas debemos establecer actividades que nos encaminen a resultados. Teniendo en cuenta que se deben revisar con frecuencia. Ojo, establece un tiempo límite para cada actividad. 
  • Quinto, dedicar tiempo, este proceso no se concluye de la noche a la mañana, necesitas de momentos a solas para construirlo y plantear sesiones para dar seguimiento. Te recomiendo una aplicación de notas o un cuaderno especial para ello.

Por último, todo lo que hagas y decidas hazlo con amor, desde el corazón. 

¡Todo por Jesús!

Christian Romero Hernandez

Un joven acostado en el suelo

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