Teresa de Jesús ha sido una gran instructora de la oración, de lo cual sus obras ha significado el deseo de “engolosinar las almas”, refiriéndose a que tiene el deseo de enamorar a muchos corazones con el encuentro de amistad con Dios; para ello Teresa ha dejado como legado en sus escritos sus experiencias personales para entrar al reino de Dios a través de la oración, y que estas mismas experiencias nos permitan comprender y entrar en humanidad a través de la oración.
Para Teresa, la oración es muy como un «trato de amistad» de modo accesible en donde aprendemos a vernos como Dios nos ve y a amarnos como Dios nos ama , este espacio íntimo de amistad con Dios más bien es un regalo personal para ti del cual puede ayudarte a descubrir y sacar lo mejor de ti.
En el libro de la vida, Teresa nos narra de una manera tan maravillosa como considera los grados de la oración, ella los nombró como el pozo, la noria, el rio y la lluvia. Conociéndolos podremos comprender en qué grado de oración nos encontramos ¿Estás listo/ lista para saber cómo se viven cada uno de ellos?
El pozo
En esta experiencia de oración, de trato de amistad, de encuentro con quien sabemos que nos ama, hay momentos que se requiere de un mayor esfuerzo personal, como el sacar agua de un pozo.
En este primer grado de la oración se experimenta el trabajo y el esfuerzo en el ejercicio de la oración; el ser humano está derramado hacia afuera y por eso su oración es costosa “muy a su trabajo“ y con escaso fruto. Sentirá malestar y disgusto cuando a pesar de su trabajo en recogerse y meditar no halle en sí sino sequedad sin sabor. Teresa nos invita a hablar con el corazón, hablar con Dios como se le habla a un amigo. A pasar ratos de soledad y silencio
La noria
Esta segunda etapa del viaje de la supone adentrarse en la experiencia de atender y servir; es una experiencia que va unida con la atención a los demás, aquí se crea una comunicación de encuentro y diálogo entre Dios y el ser humano: “porque comienza su Majestad a comunicarse a esta alma y “quiere” (Dios), que sienta ella como se le comunica”. (V14,5)
Teresa nos invita a activar la voluntad para avivar el amor que se ha creado, de modo que podamos actuar con actos amorosos sin pensarlo tantas veces. Este sentido nos permite conocernos, mirar nuestras sombras y luces, abrazarnos y acogernos con lo que somos.
El río
En la tercera etapa nos acompañamos de Dios, es decir le brindamos una mejor importancia para nuestras vidas, reconociendo que todo lo que nos rodea en nuestra vida son obras de él.
Entramos en una confianza y costumbre de estar con él, es decir ESTAR MUCHAS VECES CON QUIEN SABEMOS QUE NOS AMA. Desde esta oración, se pone en práctica el empeño de servir, ayudar, compartir y acompañar a los demás.
Teresa nos invita a abandonarnos en Dios, a seguirlo y disfrutar el bien que hace en nuestras vidas.
la lluvia
Como último grado de oración entendemos que es como la lluvia que cae sobre el huerto, aquí el hortelano no tiene que realizar algún esfuerzo para regar; la relación de Dios con uno mismo se fortalece y la oración no requiere de tanto esfuerzo pues la presencia de Dios es tan fuerte de modo que aunque estemos ocupados todo el tiempo en el estudio o trabajo siempre contemplaremos con su presencia y amistad.
Compartir nuestros frutos será dar la vida a los demás, vivir conscientemente como discípulos de Dios.
Los grados de oración que Santa Teresa de Jesús nos regala, permitirán encontrar en nosotros mismos un acercamiento con Dios para poder conocerlo como un verdadero amigo fiel, que nos ama intensamente tal y como somos sin importar nuestras inseguridades o miedos.
Para poder lograrlo tenemos que actuar con “Determinada determinación”, Teresa nos enseña a ser pacientes para entrar en amistad con quien sabemos nos espera entusiasmadamente. La tarea no es fácil, comencemos poco a poco sin miedos ni prejuicios, sino más bien confiados a Él. Será un trabajo largo y pesado para quienes se encuentren en un primer grado, tranquilo/tranquila considera que Dios es tu maestro de vida, pídele que te ayude a seguir de sus pasos; reconocerás que su amor por ti es tan grande y significativo en tu vida, y cuanto menos te lo esperes ya lo buscaras en todo momento, encontrando en Él todo lo que un verdadero amigo está dispuesto hacer por ti.
¡Todo por Jesús!
Texto recuperado del calendario Teresiana: Orar es el ejercicio del amor, Pilar Vela y Mariana del Castillo, 2022