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El mes de octubre, está lleno de festividades, fiestas teresianas y celebraciones a la Virgen, como es la experiencia de Zayra, que nos recuerda la experiencia de Enrique en su adolescencia y cómo a los pies de María de Montserrat, Él descubre a Jesús su sentido de vida: 

Os busqué solo en mi mocedad. Nadie sabía darme razón de Vos… Solo, y por caminos difíciles, llegué a vuestros pies. ¡Cuán cansado del mundo! ¡Con cuántas heridas! ¡Cuántos desengaños en el corazón! A vuestros pies hallé la paz perdida… desperté como de un sueño profundo… Creí, deseé y amé lo que nunca debía haber olvidado. El recuerdo de la Madre del Cielo despertó en mí el recuerdo de la madre de la tierra, sus ruegos, sus consejos santos, sus buenos ejemplos… Hallé mi vocación. Vos me guiasteis sin que yo recuerde cómo. Estrella de los mares… brillasteis a mis ojos, seguí su luz, y al mostrarme a Jesús, fruto bendito de vuestro vientre, al verle tan agraciado y hermoso dije: «Seré siempre de Jesús, su ministro, su apóstol, su misionero de paz y de amor». (RT Sep. 95 Desde la Soledad p.33)

A los pies de la Virgen, compartimos vida, experiencia y descubrimos nuestro sentido y propósito de vida, gracias Zayra, por compartir con nosotros.

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En este mes se celebra algo muy importante en mi vida, mejor dicho, a alguien, y ella es la Virgen de Zapopan. Ella a estado muy presente en mi vida. Cada año que esta a punto de llegar el 12 de octubre me lleno de mucha alegría y se me enchina la piel de la emoción de poder verla y vivir la Romería como cada año. Y agradezco a Dios el darme la oportunidad de dar gracias por la familia que tengo. Cada año mi caminar se lo ofrezco a nuestra Generala por la unión de mi familia, el que mis papás y mis hermanos a pesar de todo lo que nos pueda llegar a pasar siempre estamos juntos. Por eso soy muy devota a ella, porque para mí, mi familia es mi mayor tesoro en mi vida y el que María cada año me de el regalo de poder disfrutar de mi familia. 

Desde siempre he tenido la dicha de recorrer las calles desde la Catedral de Guadalajara hasta la Basílica de Zapopan con la ilusión de acompañar a nuestra Virgen peregrina y en algún punto poder contemplarla y darle las gracias por concederme un año más con mi familia y el poder estar con ella en su caminar. Algo que siempre me ha inundado de lagrimas los ojos, es el ver la alegría y el entusiasmo con el que vamos todos los peregrinos a pesar de los más de 9 kilómetros que se recorren, el cansancio, la desmañanada, y los millones de personas que nos congregamos, se nos dibuja una sonrisa en nuestro rostro. 

Año con año, me quito el sombrero por todas esas personas que recorren las calles con los pies descalzos y algunos hasta de rodillas. Y es en estos momentos cuando digo: Virgen de Zapopan, gracias por tener viva esta fe tan viva en tus fieles y pido bendiciones para ellos y sus familiares”. En una ocasión tuve la dicha de conocer a una persona que llegando a la Basílica de Zapopan estaba llorando, e iba con su rosario en mano. Me acerqué pensando que se sentía mal o se había lastimado o algo parecido, pero no, ella estaba llorando de alegría y cuando me acerqué a ella me dijo “Hija, lo logré y gracias a la Generala”, simplemente le di un abrazo. Y me platicó que ella había estado muy mal de salud y que le pedía todos los días a la Virgen que le concediera la oportunidad de acompañarla a su casa, y así fue. Y así como ella, hay muchas personas más que creen 100% en ella. 

Este año sería mi recorrido numero 25, pero en esta ocasión lo haré diferente. Ahora juego un rol importante en la parroquia de mi comunidad. Soy la coordinara del grupo de Jóvenes y me di a la tarea de organizar la experiencia de ir con ellos y poder ser guía en esta Romería 2023. Quiero que como jóvenes vivamos nuestra fe de una manera presente; viva. Que ellos se puedan dar cuenta que habemos muchas personas devotas. Y podemos vivir nuestra fe de muchas maneras y que no es solo ir los domingos a misa, rezar el rosario, también lo podemos hacer de una manera divertida, diferente y conociendo la fe de los demás. Quiero que se enamoren de nuestra Peregrina y que adopten esta costumbre y lo lleven a la vida cotidiana. 

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