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Llena de colorido, danzas, cantos y platillos típicos en la huasteca hidalguense esperan la llegada de sus familiares y amigos que han regresado a la casa del Padre. 

Los espíritus llegan guiados por los cohetes lanzados desde las casas, por los caminitos amarillos de pétalos de flor de cempasúchil que sus familiares hacen desde los altares hasta la calle, por el humo del copal salido de los sahumerios y por los arcos floridos.

Una fiesta llena de sentido a la vida y la eternidad. La juventud huasteca celebra con bailes y ofrenda con alegría y gratitud la llegada de nuestros seres queridos. 

Cuesta pensar en nuestra propia muerte, pero ¿será que quisieras ver todos esos símbolos y manifestaciones de bienvenida a casa de vuelta?

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